Circuito del Vino
El vino guanajuatense conjuga tierra y tradición. La zona de viñedos abarca desde el histórico Dolores Hidalgo hasta el encantador San Miguel Allende, donde irá descubriendo ranchos vitivinícolas que resguardan la tradición del cultivo de la vid y la producción artesanal de exquisitos vinos.
El circuito inicia en los viñedos de Cuna de Tierra, una zona vitícola desde el siglo XVI que está ubicada en Dolores Hidalgo. Recorra estos viñedos, conocidos también como Bodega Vega Machón, la sala de barricas y la Torre de tierra de Allende. Deguste sus deliciosos vinos en sus catas de maridaje.
Viñedos Cuna de Tierra
Después, visitará el Rancho Santa Gloria cuya producción vinícola se caracteriza por retomar técnicas de vinificación provenientes de los antiguos romanos. Viva en su bodega una experiencia que combina sabor, creatividad, arte y arquitectura; en ella tendrá la oportunidad de hacer un vino artesanal con cepas como Montepulciano, Tempranillo y Grenache.
Para terminar, disfrute una experiencia sensorial en la Vinícola Toyan, en San Miguel de Allende. Descienda a su cava, construida a 25 metros de profundidad, y flanqueada por 24 monjes de cantera rosa y negra. No deje de probar la comida orgánica del viñedo, rociada con la mejor producción vinícola.
Circuito del Tequila
Sorpréndase como yo al descubrir que hay tequila de calidad más allá de las tierras jaliscienses. La bebida tradicional de México también se produce en Guanajuato. El estado forma parte de la zona de denominación de origen, donde se produce y se cosecha el agave azul Tequilana Weber. Durante este inolvidable circuito, admire los campos de agave azul ubicados en las montañas guanajuatenses, conozca secretos ancestrales de esta bebida y visita las fábricas más antiguas de la zona.
Tequila de tierras guanajuatenses
La mayoría de las tequileras están ubicadas en los alrededores de la ciudad de Pénjamo. Prepárese para conocer majestuosas haciendas e importantes bodegas. El circuito inicia en una de las bodegas más grandes de México, Tequilera Corralejo, cuya característica botella azul es reconocida como símbolo de la identidad nacional. En la hacienda podrá admirar cientos de relojes que adornan la entrada a la cava, y que poco a poco se ilumina de azul a través de breves espacios conforme se adentra a la bodega.
La siguiente parada es la Tequilera Real de Pénjamo. Disfrute como bienvenida una rica margarita, camine por sus campos agaveros y conozca sus propiedades, entre en la fábrica donde se encuentran los tanques de destilado para después pasar a la cava. La visita termina con una cata de los diferentes tequilas de la Real.
Para finalizar, vaya hasta el Rancho El Coyote ubicado en las faldas del conocido cerro del Lagarto. Aquí se produce el tequila Orgullo de Pénjamo, envasado y etiquetado de forma artesanal. Participe en la jima, que es el proceso de limpiar la piña o el corazón de la penca de agave. Por último, deguste un caballito de tequila teniendo como escenario los campos agaveros enclavados en el corazón de los cerros de Pénjamo.
Circuito de la Fresa
Sin duda, Irapuato es la Capital Mundial de la Fresa; y por ello se ha desarrollado un circuito que te lleva a conocer el cultivo, cosecha y producción de derivados de esta frutilla. Si le gustan las fresas, llegó al paraíso: cristalizadas, enchiladas, confitadas, en mermelada, jarabe o jalea, ¡todo de fresa!
Deliciosas fresas en el Rancho La Quinta
El recorrido empieza en el Rancho La Quina donde caminará entre plantíos teñidos de rojo y verde mientras conoce los diferentes tipos de fresa que ahí se cultivan. Participe en la pisca y empacado y aproveche para degustar la fresa que prefiera, ya que en los plantíos están libres de cualquier pesticida.
La siguiente parada es en la Cristalita, famosa por la producción de las deliciosas fresas cristalizadas, uno de los postres con más arraigo en Irapuato. Conozca el proceso artesanal que les ha dado fama desde 1965. Por supuesto, también puede probarlas cubiertas de chile o chocolate.
¿Cuál circuito se le antojó más?
