Si usted está cansado del estrés que le provoca la ciudad y desea alejarse por un tiempo de las comunicaciones tradicionales y la vida en la oficina, venga a conocer Leticia, una ciudad muy pequeña ubicada en medio de la selva en la punta sur de Colombia. Aléjese de los grandes centros urbanos y conviva con sus habitantes, principalmente indígenas de distintas etnias como los tucanos y huitotos. Es importante señalar que para llegar aquí no existen carreteras que la conecten con el resto de las ciudades colombianas, por lo que los vuelos regulares desde Bogotá son la forma más efectiva, con solo una hora y media de duración.
Esta ciudad en la ribera del Amazonas, se encuentra unida a Tabatinga, su ciudad gemela en Brasil a través de la avenida Internacional. Puede transitar libremente entre ambas, ya que forman una misma área metropolitana sin fronteras visibles y, si lo desea, realizar sus compras en pesos colombianos o en reales brasileños, ambas monedas son de circulación regular. También muy cerca se ubica la ciudad peruana de Santa Rosa, con quien comparte turismo, sin embargo al ser más larga la distancia que las separa, no se ha creado un vínculo tan fuerte. Estas tres ciudades forman la zona llamada Hito Tres Fronteras.
Leticia ha desarrollado una oferta turística muy interesante a lo largo de los últimos años que la ha hecho crecer cada vez más, sin embargo este crecimiento se basa en el respeto a las tradiciones, a la naturaleza y a la seguridad. Si ya está pensando en tomar sus maletas y subir al primer avión que lo lleve al sur, tome en cuenta los siete principios básicos que marca la Alcaldía de Leticia para sus visitantes:
- Prepare y planifique con anticipación. De esta forma no tendrá contratiempos para trasladarse o para conseguir hospedaje, tome en cuenta que una ciudad pequeña no siempre cubre con el 100% de la demanda turística.
- Viaje y acampe sobre superficies durables. Nunca olvide que se encuentra en medio de la selva y por su seguridad evite exponerse a situaciones de riesgo.
- Disponga adecuadamente los desechos. La ciudad cuenta con una dinámica para la recolección de desechos que evita que el impacto ambiental sea el mínimo.
- Deje lo que encuentre. No saque a las especies de su entorno, ya sean animales o vegetales.
- Minimice el uso e impacto de las fogatas. Asegúrese de que la deja bien apagada antes de retirarse.
- Respete la vida silvestre. Evite la cacería, muchas de las especies que viven en el Amazonas, son endémicas o se encuentran en peligro de extinción por lo que dañarlas representa un impacto muy fuerte para las especies.
- Sea considerado con otros visitantes y con los habitantes locales. La cultura amazónica es muy amigable, siempre se puede aprender algo nuevo de ellos, aproveche la oportunidad.
Y hablando de oportunidades, si algo DEBE hacer cuando se encuentre en Leticia es navegar por el río Amazonas, de esta manera también podrá conocer más de cerca a los habitantes locales ya que generalmente son recorridos muy largos. Puede dirigirse a la isla de Micos, habitada por una gran cantidad de monos, de ahí su nombre. También puede dirigirse a las ciudades peruanas de Santa Rosa y Caballo Cocha, a Puerto Nariño sin salir de Colombia o a Benjamín Constant o Manaus del lado brasileño, para llegar a esta última ciudad deberá realizar un trayecto de 36 horas.
Los parques nacionales Amacayacu y Cahuinarí le proporcionarán el contacto que busca con la naturaleza. Aquí puede realizar recorridos tanto diurnos como nocturnos en busca de caimanes o aves exóticas y de paso, apreciar las capas de victoria regia, el más grande de los lirios acuáticos que cubre grandes zonas del río.
No siempre tendrá que salir, también al interior de la ciudad tiene la oportunidad de hacer recorridos muy interesantes. Dé una caminata por los parques Santander y Orellana, o visite el Museo Etnográfico del Hombre Amazónico y el Parque Temático y Ecológico Mundo Amazónico; la Biblioteca del Banco de la República tiene una colección que le puede resultar interesante. Para llegar a estos lugares, le será muy fácil moverse en mototaxi o en autobús colectivo.
La comida exótica no puede faltar, aquí se explotan los recursos que el río provee por lo que encontrará platillos preparados a base de pescados como gamitana y tucunaré. También se utilizan frutas y vegetales, el plátano abunda en la zona, así como el casabe , un tipo de yuca salvaje que tiene la característica de ser venenosa.
Le recomiendo agregar a su equipaje ropa deportiva, ligera y cómoda que le permita soportar el clima cálido y húmedo, las telas de algodón serán su mejor aliado. Procure que el calzado sea suave y resistente y no olvide que en cualquier momento puede soltarse una lluvia repentina, llevar varias de estas prendas le será benéfico. El protector solar y un par de lentes nunca están de más y por supuesto, deberá traer la cámara fotográfica como si fuera una extensión de su propia mano.
Fotos: nakashi, Jonas Schleske, mario montenegro, Dan From Indiana